lunes, 4 de octubre de 2010

Tía Teresa

Inundada en silencio,

Su silueta

Se posó a mi lado

Al amanecer,

Frágil,

Como una mariposa,

Se escapó por la ventana,

Me miró nuevamente

Con una flor amarilla entre sus manos

Y desapareció,

Como una brillante

Luciérnaga en el tenue

cielo del amanecer.


Claudia Calderón

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