martes, 6 de septiembre de 2011

Con la luna atada a la garganta
atravieso la húmeda senda
de mi espacio a tu cuerpo.

El aire enredado en el sueño
se pierde entre mis manos
cansadas de intentar abrazarte.

La noche habita en mi espalda
y acaricia mis hombros
como intentando...
como esperando...
alcanzar el desvelo
anidado en un rincón de la ventana.
Las palabras tres metros bajo tierra
y la desesperacion guardada bajo las uñas,
las hojas de mi libreta tiemblan
a la espera de la suave caricia
de esta pluma caprichosa,
que se pierde en una crisis existencial
de la creación y la tortura.

A fin de cuentas estas palabras
no son mas que un abrupto
golpe de realidad
salpicadas de un poco de oscuridad
Nada mas!
Desde la razón del sueño
se descuelga la esperanza
aferrada a la rotación de los planetas
en una conspiracion con las palabras.

Abrumada la sinrazón
abrazada a un error
intenta alcanzar al conejo de la luna
y termino atropellada en la autopista
de la desesperacion.
El sueño me abandona
lo busco bajo la almohada
descubro la luna colgada en la ventana,
una sombra anclada en el corazon,
las palabras revueltas en la habitacion
se acoplan en mis manos sin sentido.